domingo, 21 de septiembre de 2014

Redes sociales, empoderamiento y violencia de género

Las redes sociales y la curación de valores


Hasta la publicidad es capaz de justificar la violencia.

Como si fuera natural, perdonable, cotidiana, habitual, reproducible. 


Una chica de diecisiete años víctima de la violencia de género. Asesinada aparentemente porque no habría querido sumarse a una fiesta sexual. Vivía prácticamente en la calle. Dormía en su casa hasta el mediodía, había abandonado la escuela secundaria y no trabajaba. Pasaba las tardes en una plaza con amigos y se juntaba con jóvenes más grandes para ir a los boliches de trasnoche. Ya se había ausentado de su casa por varios días. Usaba piercings y tenía varios perfiles de Facebook.
Los medios de comunicación de nuestro país fatigaron los televisores con imágenes y titulares sobre la joven desaparecida y modelaron la imagen de una joven que parecería merecer el destino aciago que le tocó: faltó que dijeran “ella se lo buscó”. El patriarcado de los medios ha instaurado la imagen de la niña-fácil, de prostitución doméstica, de vida licenciosa, la víctima culpable.
Algo por el estilo ocurrió en General Villegas hace unos años, cuando una menor de 13 años fue filmada teniendo sexo con tres adultos mayores, que fueron acusados de estupro. Pero el pueblo organizó una marcha por la liberación de los sujetos, alegando que la niña era una adolescente fácil, conocida por todos. Otra víctima culpable; otro patriarcado que levanta el dedo contra la niña. Hoy los acusados están libres y la niña vive encerrada para no sostener la mirada condenatoria de los otros.
La niña sobrevivió pero vive un calvario. Melina no aparece, pero ya está condenada de antemano por la burda ideología de quienes ven en las actitudes femeninas una justificación para que el hombre posea a su antojo lo que no tiene derecho natural para poseer sin consentimiento.
Como afirma Arés (1990) “se hace muy difícil cambiar porque aún persisten influencias sociales muy poderosas que son las generaciones precedentes, los medios de comunicación y la propia sociedad, que en ocasiones promueven nuevos valores y a la vez preservan los de la familia patriarcal.” (El destacado es nuestro)
Los medios de comunicación han construido dos historias con habilidades de escritores de ficción; han dejado que los valores patriarcales que cosifican a la mujer en el hogar y en la crianza de los hijos (como si existiera un ideal de maternidad) se sobrepusieran a las verdaderas historias de estas jóvenes, a sus realidades y sus deseos. Miradas peyorativas que las condenan por vivir desear vivir libremente la sexualidad, que debe reprimirse y ocultarse porque nadie tiene sexo. De hecho, nos trae la cigüeña de París, porque nuestros padres son asexuados.

Las redes sociales, grandes curadoras de valores, liberadas afortunadamente de la necesidad de construir una historia única imbuida de valores únicos, construyeron muchas otras. Y pusieron en tela de juicio la univocidad de los medios, la obtusa visión de los patriarcas. 


“La marcha de las putas” es una agrupación sin fines de lucro que posee cierta injerencia en las redes sociales a través de una página que aglutina en fotos las voces de las jóvenes que han sido víctimas no sólo de violencia de género, sino víctimas de justificaciones y silencios por parte de sus entornos más cercanos. Transcribimos a continuación un post del 17 de septiembre a propósito de Melina. El post ha recibido hasta el momento1436 “Me gusta” y ha sido compartido 1087 veces:

“Queremos decir estas palabras sobre el caso Melina Romero, adolescente desaparecida desde hace tres semanas, por el cual ya hay 4 detenidos y uno ha confesado su asesinato.
1) Esperamos que los rastrillajes tengan éxito y se encuentre a Melina. Enviamos nuestra solidaridad a sus familiares y amistades.
2) Repudiamos el tratamiento que le han dado al caso medios de difusión como Clarín, Crónica y otros. En el medio de la terrible angustia de una familia que busca a su hija y en el contexto de una emergencia nacional en violencia de género, estos medios dedican notas enteras a cuestionar a una persona desaparecida por su estilo de vida y su nivel socio-económico. De esta manera, alimentan en la sociedad la idea de que las violaciones suceden porque las mujeres se exponen a ellas y no porque hay violadores. Las decenas de comentarios de lectores en la línea de “ella se lo buscó” confirman la responsabilidad que tienen los medios en reproducir la cultura de culpar a la víctima.
3) Le decimos a los medios y a toda la sociedad que ser una persona atractiva y sexualmente activa NO ES una conducta de riesgo que "provoca" que te violen y te asesinen. La idea que pretende conectar lógicamente estos dos hechos es muy dañina porque, lejos de servir para prevenir crímenes, termina desprotegiendo a las víctimas, deshumanizando al conjunto de la sociedad promoviendo la falta de empatía, quitando responsabilidad a los violadores y a las instituciones, y obstaculizando cualquier solución a esta problemática.
4) Proponemos a los medios y a la sociedad: a la hora de reportar o comentar un hecho de violencia, enfocarse en la conducta abusiva del victimario y no en el estilo de vida de la víctima y, a la hora de buscar soluciones, investigar por qué las personas abusan en vez de especular qué tendrían que haber hecho las víctimas para evitar ser abusadas.

Dice Manuel Castells (2001)  "Los movimientos sociales en nuestra sociedad se desarrollan, cada vez más, en torno a códigos culturales, a valores. Hay movimientos reivindicativos tradicionales, pero los movimientos más importantes -medio ambiente, ecologismo, mujeres, derechos humanos- son movimientos de valores; por lo tanto, son movimientos que dependen sobre todo de la capacidad de comunicación y de la capacidad de llevar a cabo un reclutamiento de apoyos y de estímulos mediante esa llamada a los valores, a los principios y a las ideas. Son movimientos de ideas y de valores."
La Marcha de las putas, cuya página de Facebook es seguida por casi 60.000 personas,  es un movimiento de ideas y valores que intenta hacer que la sociedad supere el clisé de acusar y culpar a las víctimas para apoyarlas y defenderlas. Culparlas, justificar los abusos, callar, apropiarse y hacerse eco del discurso de los medios sin criticar, sin mediar, es también una forma de violencia de género. La violencia no es única, se trata de múltiples violencias, múltiples factores que debemos revisar y repensar como sociedad. 
El propósito de este post no es sólo analizar el poder que tienen en la actualidad las redes sociales frente a las pobres actuaciones de los medios de comunicación, sino celebrar el empoderamiento, entendido comoproceso por el cual las personas fortalecen sus capacidades, confianza, visión y protagonismo como grupo social para impulsar cambios positivos de las situaciones que viven” (Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo, 2005). Los sujetos somos los gestores del cambio. Agrupaciones de valores nos ayudan a tomar las riendas de nuestro futuro y construir una historia liberada de valores únicos y prejuicios, para que nuestros hijos vivan en un mundo menos sujetado, más consciente, donde la violencia no sea un hábito sino un mal. Un mal de verdad, antinatural, imperdonable, no cotidiano, no habitual, irreproducible. 



Referencias Bibliográficas
-Ares, Patricia. (1990) Mi familia es así. 1ra ed. La Habana: Editorial Ciencias Sociales:18-36.
-Castells, Manuel (2001). “Internet y la Sociedad Red. Lección inaugural del programa de doctorado sobre la sociedad de la información y el conocimiento (UOC)”.  Disponible en http://www.uoc.edu/web/cat/articles/castells/print.html
-Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo (2005). Universidad del País Vasco, en: http://www.dicc.hegoa.ehu.es

3 comentarios :

  1. Hola

    Que buen tema, actual, fuerte, real, necesario de discutir y sensibilizar. Para colmo esta semana también viene cargada en los medios con la "tinellización de ciertos temas fuertes (la joven muerta, robos violentos filmados) que lo único que logran es anestesiarnos y distanciarnos más de su crueldad. Lo has sintetizado muy bien con la frase elegida "Hasta la publicidad es capaz de justificar la violencia."

    Cuando haces referencia a "Las redes sociales, grandes curadoras de valores, liberadas afortunadamente de la necesidad de construir una historia única imbuida de valores únicos, construyeron muchas otras. " estás hablando de la posibilidad de construir relatos alternativos. Gianni Vatiimo (en El poder de los Grandes Medios) dice "cuando se tiene un solo canal de tv en la casa, se transforma en una fuente de verdad; pero tengo 100, ya puedo moverme de uno a otro y no considerar a uno definitivo." Como profesores ese es nuestro desafío, en ayudar a educar la mirada y la acción, para tener saberes que nos permitan libremente movernos en este mundo saturado de medios y canales.

    Adelante, buen trabajo!

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  2. Las otras melinas: historias de chicas que dijeron que no.
    http://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/las-otras-melinas-historias-de-chicas-que-dijeron-que-no-5729.html

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